El día de ayer, martes 21 de julio, Diana tuvo a su cargo en Tapachula Chiapas, una clínica de ajedrez para noveles jugadores. Además dió una pequeña plática sobre su vida en el deporte ciencia.
A continuación se reproduce el discurso:
AJEDREZ Y VIDA
Por Diana Carime Real Pereyra
Tapachula, Chiapas, julio 2009
Para quien posee una ambiciosa misión, el Ajedrez es el mejor de los medios.
Desde la familia más famosa del ajedrez, los Polgar, se ha comprobado una gran Teoría : el deporte ciencia es una herramienta de vida, que permite a quien lo practica ejercitar la memoria, el razonamiento, la toma de decisiones, la lógica y a prever lo que ocurrirá después de cada movimiento dado.
El padre de las Polgar, probó y comprobó que con un entrenamiento adecuado del ajedrez, es posible educar a 3 niñas como campeonas del deporte ciencia, pero también como aventajadas estudiantes del sistema educativo aun sin asistir a un aula.
Si el ajedrez se toma como una forma de vida, las habilidades mencionadas anteriormente van desarrollándose a la par. Esto último he podido comprobarlo en mi vida personal.
Cuando el ajedrez se convierte en un medio de vida, el desempeño escolar es necesariamente alto, puesto que el practicante desarrolla las habilidades de razonamiento, memoria, lógica y toma de decisiones, aunado al desarrollo de una madurez y seguridad que distingue a la mayor parte de los grandes ajedrecistas.
Sin embargo el ajedrez, es un deporte que practica poca gente, pues se tiende a calificar al que lo practica como un “nerd”, “genio incomprendido” y más aún hay quien se atreve a afirmar que no puede tratarse de un deporte pues no hay un desempeño físico real.
Si supieran la cantidad de adrenalina que se desprende de una buena partida … sabrían
que el corazón palpita con rapidez semejante a quien sostiene un largo partido de futbol con tiempos extras. Quien practica ajedrez debe practicar al mismo tiempo, algún deporte físico, pues debe fortalecer a su corazón para las partidas importantes.
Muy pocas mujeres se inclinan por el ajedrez, y cuando lo hacen generalmente lo abandonan al llegar a la pubertad. Para quien abraza la disciplina, el ajedrez se convierte en el medio para alcanzar sus metas. El conocer diferentes ciudades y países es ya una recompensa, más aún cuando eso lo logran tus méritos y te permiten representar a tu ciudad, estado y país.
Si entrenas con disciplina puedes lograr esto y más ¿Cuántas personas pueden tener un título desde su niñez? ¿Cuántos deportes lo permiten? Más aún ¿qué deporte te permite enfrentarte a niños, jóvenes, adultos y adultos en plenitud al mismo tiempo y a cualquier edad?
El ajedrez te permite enfrentarte a ti mismo, a tus dudas y limitaciones, a enfrentarte a la consecuencia de una decisión tomada, a aprender de tus errores, pero también de tus triunfos. Solo necesitas tener muchas ganas, una buena disciplina y el deseo de enfrentarte a ti mismo, en una batalla frente al tablero.
Se estudia la teoría y se practica la táctica, se disfruta cada movimiento y sobretodo el defender a tu rey hasta el último momento.
No hay sacrificio personal que no se vea recompensado con la alegría de poder representar a tu país en un evento internacional, además de que disfrutas sobremanera poder comunicarte con otras gentes, de otras lenguas y culturas a través del lenguaje común del ajedrez.
Ni que decir de la ventaja de poder hacer todo esto y además sobresalir en el rendimiento escolar casi sin esfuerzo.
Les invito a disfrutar de una partida, de conducir cada pieza y gozar la adrenalina que da el tomar una decisión que bien puede conducir a un ataque o a una defensa, a saborear una victoria y aprender de una derrota, a conocer la estrategia de otras mentes y aprender a descifrar lo que otros piensan ante un tablero, a anticiparse a la jugada y saber que hacer en el próximo turno … a enfrentar una batalla, una y otra vez, a sentirse atacado, a sentir el poder de atacar… a enamorarse del juego ciencia y disfrutar cada paso que en él se da.
Muchas gracias.
Al terminar la charla, Diana comentó 2 de sus partidas, y finalizó con una simultánea con los niños asistentes.
VAS QUE VUELAS NIÑITA ...